Mesa Buffet en casa de Javi

Aquí estoy de nuevo, pero esta vez con una mesa de buffet.
Era el cumpleaños de mi amigo Javi y Rosa, su mujer, le quiso dar una fiesta sorpresa. Como ya es una usuaria veterana de las vajillas de usar y tirar, me pidió que le decorara la mesa para el buffet. Tengo que confesar que, en cierto sentido era un reto para mí, ya que por lo general siempre decoro mesas sentadas.



La idea de esta mesa la determinó la edad de los invitados. Javi cumplía 35 años y lógicamente los amigos que asistirían tendrían más o menos su edad (al final resultó ser así y que decir que, por supuesto los "carrozones" de la fiesta fuimos mi marido y yo.
Por esto, quise poner una mesa moderna en tonos blanco, negro y rojo que me pareció muy chill-out.



El problema que tienen las mesas de buffet es que, por un lado tienes que poner alguna decoración porque si no parece que es el expositor de la sección de comida para llevar de un supermercado, pero por otro lado, no te puedes pasar porque no hay sitio para poner la comida.



Tenía claro que quería poner un centro de mesa que llamara mucho la atención pero, no me apetecía nada ponerlo de flores o frutas y se me ocurrió hacer esta especie de soporte donde colgar unas bolas de rotin. Tuvimos un pequeño problema a la hora de colocarlo en la mesa (no era muy estable) y por miedo a que se cayera encima de las velas, lo dejamos apoyado sobre la pared. El camino de mesa rojo y las filas de velas a los lados, hizo que todas las miradas se concentraran en este punto.



Para hacer los candelabros, compré manzanas rojas naturales, les hice un hueco en el centro usando un cuchillo y ahí fuí metiendo una vela de té. La vela tiene que quedar a ras de la piel de la manzana. Es una idea muy barata, original y fácil si lo que se pretende es poner muchas velas. Este detalle llamó muchísimo la atención de la gente al mismo tiempo que aportó ese toque mágico que siempre da la luz de las velas.





En las esquinas de la mesa, puse una brochetas de chucherias pinchadas sobre cajas de zapatos negras para, por un lado dar color y por otro porque después de comer, a la mayoría de la gente le apetece un toque dulce que no provenga de la tarta o de los pasteles. Tengo que decir que nos la comimos TODAS...no quedó ni una.





Los platos de cartón que elegí fueron del modelo Persia que se combinó con las bandejas (tambien de cartón) en rojo que destacaban muchísimo sobre el mantel negro, metimos los cubiertos en cajas rojas y las servilletas, esta vez, las enrollé atándolas con rafia y las coloque en esta caja de zapatos que previamente había forrado con un papel decorado blanco y negro.






El resultado fué muy bueno, mis amigos quedaron encantados y yo me sentí muy orgullosa de como quedó todo.
La fiesta fue un éxito, toda la comida estaba buenísima y lo pasamos genial.

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